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23 de noviembre de 2024

Cuando era pequeña arrojó al lago una botella con un mensaje dentro y años más tarde un compañero de clase de su hija lo encontró

La mujer, el profesor y los niños quedaron sorprendidos por la coincidencia de la historia. La carta se mantuvo impecable y la pudieron leer

>En 1998, una clase de cuarto grado de la escuela primaria católica St. John the Baptist, en Belle River, Ontario (Inspirado por esta historia, el profesor diseñó una tarea: escribir mensajes donde los niños se presentaban y compartían lo que habían aprendido sobre los Grandes Lagos.

 

Cada carta, cuidadosamente escrita y Unos 26 años más tarde, un estudiante de jardín llamado River Vandenberg descubrió una de estas botellas en las orillas del lago St. Clair mientras exploraba con su abuela.

 

Intrigados, abrieron la botella y hallaron una carta sin fecha firmada por una niña de 9 años, Makenzie Morris, quien estudiaba en la misma escuela. El mensaje pedía a quien lo encontrara que se pusiera en contacto con el colegio de origen: St. John the Baptist.

 

Me quedé con la boca abierta y todos decían: ‘¿Quién es esa? ¿Quién es esa?’. Y yo respondí: ‘Mi madre’”, dijo Scarlet a CBC News, medio de Canadá, sorprendida al descubrir que su madre había escrito esa carta cuando tenía su misma edad.

Así, un proyecto escolar aparentemente olvidado conectó a dos generaciones en un emotivo círculo que comenzó en el aula y terminó en el mismo lago que alguna vez fue testigo de su origen.

 

A pesar del tiempo que pasó hasta que reencontraran el mensaje, lo escrito estaba intacto. La botella realmente funcionó como una capa protectora y se podía leer claro lo escrito. La carta decía: “Esta carta es de Makenzie Morris y asisto a la escuela St. John the Baptist. Estoy en cuarto grado en la clase del Sr. St. Pierre”.

 

Y cerró: “En la escuela aprendí que el agua tiene que pasar por ciclos para eliminar todas las sustancias nocivas, como los gérmenes y muchas otras cosas. El agua ha estado ahí desde que Dios creó el mundo. ¿No es curioso pensar que tal vez estés bebiendo la misma agua que bebió Jesús? PD: Comuníquese con nosotros en la escuela St. John the Baptist. De Makenzie Morris”.

El hallazgo de la botella despertó una oleada de emociones en quienes formaron parte de esta historia, tanto en el pasado como en el presente. Makenzie quedó atónita al recibir la noticia. La escuela la contactó con una llamada inesperada que comenzó con la frase: “¿Tienes un par de minutos?”, según contó en diálogo con Good Morning America, medio estadounidense.

 

Ante el nerviosismo inicial, Makenzie pronto se enteró de que la carta que había escrito 26 años atrás había sido encontrada. “Cuando me enteré de que habían encontrado la carta, me sorprendí mucho, algo que no esperabas que sucediera 26 años después. Que la encontraran, especialmente un niño que va a esta escuela, fue realmente emocionante y memorable”, contó.

 

Por su parte, el antiguo maestro de Makenzie, St. Pierre, también vivió un momento emotivo al enterarse del descubrimiento. Ahora jubilado, el profesor recordó claramente el proyecto del mensaje en la botella y lo describió como una experiencia inolvidable para su clase.

 

Luego, agregó: “Podría haber sido cualquiera quien encontrara la botella o no haberla encontrado nunca. Es un poco extraño, sin duda”.

La conexión entre pasado y presente se extendió también al joven Vandenberg, el niño que encontró la botella, y su abuela, quienes no imaginaron la trascendencia del hallazgo. River aseguró en CBC News: “Pensé que era un mapa para matar a un sepulturero o algo así”.

 

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