Esta medida de fuerza, que incluye movilizaciones, es para reclamar, aparte de un “aumento salarial digno”, el pase a planta de los trabajadores precarizados, la estabilidad y garantía de continuidad laboral para los trabajadores afectados por la reforma de la Ley de Ministerios y la equiparación de las asignaciones laborales con el Estado nacional, entre otros puntos.

Uno de éstos, al que el secretario general de la seccional provincial de la organización Oscar De Isasi consideró “muy importante”, es la aplicación correcta del Decreto de Desgaste Laboral, que habilita a la jubilación anticipada. La gobernadora María Eugenia Vidal, en tanto, aseguró que espera “poder llegar a un buen acuerdo” en el conflicto gremial.

En declaraciones a “Crónica”, De Isasi manifestó que “salimos muy disconformes con la actitud irresponsable del Estado, que propuso una mejora de 0,7 por ciento respecto de la oferta anterior (50 pesos), y sólo para el 20 por ciento de los trabajadores, mientras que para el 80 por ciento restante no hubo mejoramiento, o sea que el incremento de bolsillo llega a sólo 350 pesos, con un incremento anual del 34,6 por ciento, con lo que el salario mínimo sería de 9.800 pesos”.