ECONOMIA
12 de febrero de 2025
Caputo en la UIA: apertura de importaciones, impuestos y el “atraso” que alerta a los industriales más allá del dólar

Se reunieron dos horas en la sede fabril. La Unión Industrial pidió mejorar la competitividad pero evita pronunciarse sobre el tipo de cambio. El Gobierno aseguró que necesita más superávit para bajar impuestos
La conducción fabril llegó con su carpeta de temas para la mesa de discusión: incentivos a inversiones por la vía del “mini RIGI”, ese proyecto de ley para dar beneficios impositivos a inversiones menores a los USD 200 millones; nuevas “realidades laborales”; impulso a las pymes y a las exportaciones.
También apareció en la mesa un tema sobre el que hubo coincidencia: el peso de Ingresos Brutos y de tasas municipales en la actividad industrial: “Vengo de la reunión ahora de la UIA y hablamos de esto porque obviamente que nos manifestaron su preocupación. Nosotros dentro del Gobierno estamos haciendo lo máximo que se puede hacer, que es recurrir a defensa de la competencia, en algún caso a la justicia porque hasta creemos que son inconstitucionales”, afirmó el jefe del Palacio de Hacienda.
Los impuestos son una fija en el temario de la UIA. Funes de Rioja mencionó que la entidad promueve la eliminación del impuesto al cheque. Es uno de los tributos que el equipo económico señala como objetivo para reducir cuando cuente con margen fiscal. Pero también pidieron otras medidas tributarias.“Permitir el cómputo del Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios como pago a cuenta de Impuesto a las Ganancias e IVA en un 100% para las pymes y también con un esquema para grandes industrias, de forma potenciar a los sector formales, y la eliminación de derechos de exportación para las manufacturas de origen industrial (MOI), en un contexto de fuerte competencia global y suba de aranceles”, mencionó un comunicado de la UIA.Según Funes de Rioja, “la industria no quiere protección ni condiciones especiales sino igualdad de oportunidades para competir frente a un mundo convulsionado en materia comercial”, dijo la entidad en ese comunicado. También citaron a Caputo: “Este Gobierno está a favor de la industria y del sector privado. Nuestro equipo está siempre abierto al diálogo y a recibir propuestas”, y agregó que “el Gobierno vino a bajar impuestos, en consecuencia necesitamos también el esfuerzo de las provincias y los municipios para reducir tasas e ingresos brutos”.El alerta por una apertura indiscriminada de importaciones es transversal a la industria y fue mencionado ante Caputo. “Nosotros hablamos de integración (al mundo) pero con reglas del juego, porque sino solo termino exportando tributo. El que importa, importa con su tasa de fiscalidad o sus estímulos a la exportación”, dijo Funes. China es uno de los países que subsidia a la exportación para ganar mercado global. En la UIA aseguran que Caputo dijo que el Gobierno no va a hacer “nada que desequilibre la cancha” pero sí que la industria tendrá que adaptarse al cambio de modelo económico.
La cúpula fabril había sido, en diciembre de 2023, la primera cámara del sector privado que había contado con la presencia de Caputo como recién llegado a la jefatura del Palacio de Hacienda.Ese es de los ejes centrales de tirantez entre el Poder Ejecutivo y el sector fabril. La UIA pulsea por una baja de gravámenes nacionales a la producción y a que el Gobierno encare una agenda para bajar lo que denominan el “costo argentino” en términos no solo de impuestos sino de costos o de falta de infraestructura. También se plegaron al reclamo desde la Casa Rosada para que los gobernadores e intendentes apliquen sus propios recortes a la presión tributaria a través de Ingresos Brutos y de tasas municipales. Tras el anuncio de baja temporal de retenciones el Gobierno nacional redobló la presión a provnicias y municipios para que ejecuten podas tributarias.
El contexto de la reunión entre Caputo y la plana mayor de la UIA es crítico en términos de actividad sectorial. El 2024 fue el peor año desde 2002 para la industria manufacturera. Según informó el Indec este viernes, el año pasado terminó con un desplome de 9,4%, una caída superior al 7,5% que tuvo el sector fabril en el 2020, el año de restricciones más estrictas durante la pandemia, y hay que remontarse a 2002 para encontrar un número peor: -10,6 por ciento. La política de apertura comercial que empuja el Gobierno siembra dudas entre los ejecutivos industriales sobre lo que deparan los próximos meses.