POLITICA
3 de enero de 2025
A un año del protocolo que puso en marcha el Gobierno para desactivar los piquetes de las organizaciones sociales
Desde abril no hay cortes totales en Avenida 9 de Julio. Con el protocolo antipiquetes y el fin de la mediación de los grupos políticos fueron clave. Las causas judiciales y Belliboni en el banquillo
En una conferencia de prensa, las dos funcionarias anunciaron medidas en conjunto. Por un lado, desde Seguridad se implementaría el Protocolo Antipiquete. Se debía marchar sobre las veredas. En caso de ser muy numerosas las columnas, debían moverse, caminar, marchar, es decir no parar para bloquear el tránsito. La concentración y/o los actos debían realizarse en plaza u otros espacios púbicos sin cortar arterias.
Por otro lado, Bullrich habilito la Línea 134. Los beneficiarios de programas sociales que eran obligados a asistir a las marchas bajo coacción de perder el plan podía llamar de manera anónima y dejar los datos de los dirigentes sociales y organizaciones a las que pertenecían.
Fue un acierto. A pocos días de cumplirse un año de la medida se registraron más de 167 mil testimonios. De hecho, Eduardo Belliboni, entre otra quincena de dirigentes del Polo Obrero fueron procesados por esos hechos, pero también por malversar parte de los subsidios que recibía su organización. Utilizaban facturas truchas para justificar gastos. Hacían política en vez de asistir a los más vulnerables.Pettovello, por su parte, difundió por redes sociales, en estaciones de trenes, colectivos y a través de mensajes de WhatsApp la leyenda: “El que corta no cobra”. Solicitó que se denuncie cualquier “apriete” u “extorsión” al 134 y aplicó una medida que fue la llave del éxito: les quitó el poder de intermediación que tenían los dirigentes sobre los beneficiarios de ex programas claves como el Potenciar Trabajo. De esa forma el gobierno les arrebató el arma que, según as causas que tramitan en la justicia federal utilizaban para “coaccionar”, “presionar” y “extorsionar” para que asistan a los piquetes bajo la amenaza de quitarles el plan social.
Pettovello también sustituyó el Programa Potenciar Trabajo por el Programa Volver al Trabajo y el Programa de Acompañamiento Social. En palabras de la titular de Capital Humano: “De esta manera terminamos con el clientelismo político que afectaba a los trabajadores de la economía popular”.
Casi de un día para el otro las columnas se despoblaron de supuestos militantes. Tanto fue así que hasta el propio Belliboni fue expuesto marchando por las veredas gritando sus consignas con un megáfono.De hecho, desde el 11 de abril pasado la Avenida 9 de Julio no se cortó de manera total. Ese día solo 30 minutos estuvo interrumpido el tránsito. La Policía de la Ciudad, a cargo del alcalde Jorge Macri, aplicó a rajatablas el Protocolo Antipiquetes y después de varios incidentes que derivaron en detenciones y heridos, se desalojó la arteria. La marcha era numerosa, a las organizaciones de izquierda se había sumado columnas de la UTEP. La intención era reclamar al ministerio de Capital Humano, ubicado en Carlos Pellegrini 1285, alimentos para los comedores y merenderos que administraban.
En otros eventos, la Policía de la Ciudad colaboró con las fuerza federales para hacer cumplir con las normas.En la cuenta están contemplados los mega operativos en la zona de Congreso en las fechas que se debatió la Ley Bases, y las últimas marchas piqueteras que se realizaron sobre la avenida 9 de Julio.
El relevamiento sobre las marchas realizado por los funcionarios nacionales destaca, por un lado, el debilitamiento de las organizaciones piqueteras y por el otro que las ultimas concentraciones, en la mayoría de las cuales se respetó el protocolo antipiquetes, fueron impulsadas por gremios vinculados al estado, como ATE, CTA Autónoma, SUTEBA y CICOP, entre otros, por reclamo de la decisión del gobierno nacional de despedir o no renovar contratos a empleados de organismo del Estado, como el INTI, el Hospital Posadas, del Ministerio de la Mujer, del ex Ministerio de Desarrollo Social, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y entre otros, del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).Uno de los grandes desafíos que tenía el gobierno de Milei era desarticular, disminuir, los casi 8.000 piquetes que se habían realizado en el país en 2023 de los cuales unos 1.500 se realizaron en la Ciudad de Buenos Aires. La mayoría de ellos había sido encabezados por organizaciones piqueteras.
Hasta ahora La Libertad Avanza consiguió lo que ningún otro gobierno: replegar de las calles las masivas marchas piqueteras.La última concentración frente al Palacio Legislativo, el 27 de junio contra el proyecto de Ley Bases y el Paquete Fiscal, fue un fracaso: concentraron menos de 500 personas. Ese día, además de la izquierda, convocaron los movimientos sociales peronistas que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular, como el Evita, el MTE y Barrios de Pie. Una minúscula representación de la UTEP permaneció menos de una hora y se retiraron. La geografía en la Plaza Congreso mostraba más policías y banderas que militantes.
“No hay piquetes. Sin guita no hay piquetes. Les cortamos la intermediación por eso no tienen como hacer marchar a la gente. Ya no tienen poder de extorsionar a los más vulnerables”, sostiene un estrecho colaborador de Pettovello al ser consultado por este medio.
Romper con la intermediación fue clave para esta administración. Alberto Fernández les dio cada vez más poder a los dirigentes sociales como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita o Daniel Menéndez de Barrios de Pie. El 21 de junio de 2022 la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner ya se lo había exigido a Alberto Fernández. Pero este no lo hizo. Todo lo contrario.
A partir de entonces comenzó la sangría en las columnas piqueteras. El primer síntoma fue la ausencia de madres con niños en los piquetes.
“No come”Pettovello también les arrebató la tercerización de los alimentos para esos lugares. La ministra ahora los asiste de manera directa a través de la tarjera “Alimentar Comunidad”. Dirigentes sociales y políticos, como Juan Grabois, referente de Argentina Humana y del MTE denunció que La Libertad Avanza desabastece de alimentos a los comedores.
“Fue imprescindible llevarle tranquilidad a los beneficiarios de los planes. Debían saber que nadie podía obligarlos a ir una marcha con la amenaza de dar de baja el plan. Por esa razón, suspendimos el control de los certificados de presencialidad que daban las organizaciones sociales”, recordó Pettovello, Bullrich, por su parte recordó casi un año después: “Ahora los ciudadanos comprobaron cual era realmente el poder de movilización de las organizaciones piqueteras. En la Ciudad de Buenos Aires y gran parte del país hay cero piquetes”, remató la ministra de Seguridad.