SOCIEDAD
20 de noviembre de 2024
Celulares en las aulas: por la prohibición del gobierno porteño, casi 6 de cada 10 alumnos porteños presta más atención
El Ministerio de Educación realizó un relevamiento en escuelas secundarias a dos meses haber implementado la regulación sobre el uso de tecnología en las aulas
>Desde agosto de este año, los chicos de escuelas primarias y jardín de infantes de la Ciudad de Buenos Aires no pueden usar celulares durante las clases ni recreos. En la secundaria, la regulación es más laxa: los teléfonos deben permanecer guardados en el aula, excepto para actividades pedagógicas planificadas. Esta regulación, establecida por el Ministerio de Educación, busca “estimular la concentración” y “promover la socialización”.
La información relevada es sobre las percepciones de los directores, docentes y alumnos sobre el uso de celulares y las nuevas pautas, por lo tanto, por sí misma no evidencia los resultados de la reglamentación y se debe analizar con otros indicadores.
Los resultados del informe, ya publicados por el Ministerio de Educación, indican que varios hábitos fueron modificados entre los alumnos: el 57% presta más atención en clase, un 47% conversa más con amigos y, a la vez, el 41% se aburre más. Estas mismas modificaciones también fueron percibidas por los directivos.Casi el 90% de los estudiantes sigue utilizando el dispositivo en la escuela, en recreos y horas libres; un 25,4% indica que en los últimos dos meses el tiempo de uso disminuyó y un 65,9% que se mantuvo igual.
El objetivo de la regulación fue “mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”, según el comunicado oficial que explica la medida. La resolución firmada por la ministra de Educación, Mercedes Miguel, surge de consultas y acuerdos con equipos docentes, especialistas y representantes de ONG, y tiene impacto en 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de nivel inicial, primario y secundario, tanto estatales como privadas, informó el Ministerio.
La resolución fija un “piso” de restricciones y le encomienda a cada escuela la confección de un protocolo: las instituciones educativas pueden tomar medidas aún más estrictas que las planteadas por el gobierno, como la prohibición de uso también en secundaria.
En ese sentido, ocho de cada 10 profesores aseguró que debió interrumpir sus clases por el uso de los dispositivos. La misma proporción indicó que sus estudiantes pueden usar el celular en el aula, aunque solo en momentos puntuales.
Más de 4.000 estudiantes participaron de la encuesta. De acuerdo con el gobierno porteño, la proporción fue de: 50,7% varones, 45,4% mujeres y 3,8% de personas identificadas con otro género.