POLITICA
15 de noviembre de 2024
El viaje de Milei a Estados Unidos fortaleció su alianza política con Trump y abrió un interrogante en la relación multilateral con Europa
El mandatario argentino plegó su agenda diplomática a la perspectiva geopolítica del presidente electo de los EEUU, en una decisión estratégica que causará roces en la ONU, el G20 y el FMI
>(Enviado especial a Palm Beach, Miami) Javier Milei protagonizó esta mañana un desayuno continental con 300 invitados VIP que apoyaron a Donald Trump e hicieron una larga cola en Mar -a- Lago para sacarse una selfie con el presidente argentino. Fue su última actividad oficial antes de partir a Buenos Aires, adonde tiene previsto encontrarse con Emmanuel Macron. Luego subirá a otro avión que lo llevará a Río de Janeiro para participar en el G20 de Brasil que organiza Lula da Silva.
Macron aterriza en Buenos Aires para defender el acuerdo de Cambio Climático, un asunto global que Milei considera una antigualla ideológica del siglo XX. El presidente está más cerca de Trump respecto a la importancia de la agenda sustentable, y con Macron hará lo necesario para no enfriar la relación bilateral entre Argentina y Francia.
Y esa posición global establece cómo se articulan los votos que se ejecutan en los foros internacionales que Argentina necesita para estabilizar su economía. Milei contará con Trump cuando Estados Unidos tenga que influir en el board del FMI, pero el resto de los países del G7 harán su faena para cobrar que Argentina descalifica la agenda verde.
La crisis diplomática en ciernes no sólo alcanza al Cambio Climático y a los tironeos en el board del FMI, Milei vuela al G20 de Río de Janeiro con una posición de estado que puede convertir la cumbre de presidentes en una riña de gallos. Lula da Silva pretende un comunicado final del G20 con su impronta ideológica, y el presidente argentino no está de acuerdo.
No se trata de un táctica política para sumar likes en las redes sociales: Milei ya alineó su Cancillería en contra de la Agenda 2030 de la ONU, y en el G20 de Brasil va a repetir las posiciones que ya exhibió en la ONU, la OEA y la COP29. Aunque se quede solo en el escenario diplomático, frente al resto de los 19 países convocados por Lula.
La línea diplomática de Balcarce 50 es una construcción política-ideológica que protagonizan Milei, Karina Milei, Santiago Caputo y Werthein. No hay participación del staff de la Cancillería, que se entera cuando Werthein baja la orden directa. Es un método de gestión que apunta a corregir la molicie en épocas de Diana Mondino, que cayó después votar a favor de la dictadura cubana.
El leverage (apalancamiento) en la negociación multilateral tiene distinta lógica y Argentina apoya su política exterior en las naciones que avalan el cambio climático o creen que se deben proteger los derechos de los pueblos originarios.