POLITICA
7 de noviembre de 2024
La diplomacia libertaria y el papel de sus diplomáticos
Desde la comodidad de sus despachos, los embajadores, tanto de carrera como políticos, han utilizado el cargo como una zona de confort
>Hay dos elementos que han caracterizado en los últimos años a muchos miembros de la diplomacia argentina. Por un lado, su preocupación por los ascensos y traslados y, por el otro, el poco compromiso de vender las potencialidades del país en los lugares que han sido destinados. Desearía referirme especialmente a este segundo punto. Percibo mucha veces que, desde la comodidad de sus despachos, los embajadores, tanto de carrera como políticos, han utilizado el cargo como una zona de confort, sin compromiso alguno con dos aristas fundamentales de la política exterior: representar al país y a su gobierno de la mejor manera posible y a la vez salir a vender todo el potencial comercial de oportunidades que podemos ofrecer al mundo.
Mientras muy pocos analizan las circunstancias de la política interna de los respectivos países, estimo que mucho menos aún, poseen información real y contactos para evaluar lo que verdaderamente pasa donde se hallan destinados.
Sería importante leer algunos informes que se elevan a la Cancillería para evaluar e interpretar estas afirmaciones y mirar las realidades que están pasando, o mejor dicho que no están pasando
Recorro permanentemente América Latina en consultorías para organismos internacionales. Me considero un respetuoso de la carrera y de la Casa, pero cuando llego a un lugar siempre hago la misma pregunta: ¿Qué hace la embajada o sus funcionarios?
La respuesta siempre contiene el mismo mutismo.